El hospital Infanta Cristina de Badajoz es pionero en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca y la muerte súbita siendo uno de los primeros centros españoles en implantar el desfibrilador más pequeño y duradero del mundo y en utilizar un nuevo electrodo cuadripolar que se implanta en el ventrículo izquierdo y cuyo diseño permite aplicar la electroestimulación desde localizaciones más idóneas, ofreciendo una excelente estabilidad y un menor consumo de la batería del desfibrilador, todos los cuales son aspectos importantes para los pacientes en terapia de resincronización cardíaca.
El desfibrilador automático implantable (DAI) es un aparato diseñado para monitorizar el ritmo cardiaco del paciente. En caso de que presente ritmos rápidos (taquicardia) de características potencialmente peligrosas, el DAI las suprime mediante pulsos o descargas eléctricas.
Los cardiólogos del hospital pacense Juan José García Guerrero y Joaquín Fernández de la Concha han sido los encargados de llevar a cabo la intervención con estos novedosos sistemas implantables, que facilitan la implantación y el desarrollo de la terapia de insuficiencia cardiaca, a la vez que satisface las necesidades tanto de médicos como de pacientes.
LARGA DURACIÓN
“Este revolucionario desfibrilador implantable tiene características relevantes que podrían facilitar considerablemente la terapia de resincronización cardíaca de los pacientes y su calidad de vida", explica el Dr. Fernandez de la Concha "Elegimos el dispositivo por su larga vida útil y porque es uno de los desfibriladores (DAIs) más pequeños del mercado. Su tamaño es similar al de un marcapasos”. “Este es un aspecto importante -destaca el doctor- porque mejora la comodidad del paciente y al mismo tiempo logra resultados estéticos óptimos”.
En el Hospital Infanta Cristina de Badajoz se han tratado ya 450 con la terapia de resincronización cardiaca con excelentes resultados. Pero, en estos casos en concreto, la batería empleada es la de mayor longevidad existente en el mercado, con una duración de 8,1 años o más. Esto le confiere múltiples ventajas a largo plazo, ya que reduce la necesidad de recambio de batería cada 4-6 años, minimizando así la exposición del paciente a intervenciones quirúrgicas futuras y suponiendo un coste menor a medio-largo plazo para el sistema sanitario.
Los electrodos para desfibrilación son cables aislados que conectan el desfibrilador automático implantable (DAI) o desfibrilador de terapia de resincronización cardíaca al corazón.
Algunas de las características de este avanzado electrodo cuadripolar para los desfibriladores implantables, son una modesta reducción de su tamaño para facilitar su manipulación y maniobrabilidad, sin alterar el grosor del aislamiento ni la fiabilidad, atributo de vital importancia, ya que este tipo de electrodos se implantan en el interior del corazón durante la vida útil de los dispositivos. Además cuenta con numerosas configuraciones de espaciado de los electrodos para adaptarse a las distintas anatomías de los pacientes, incluye diseños en espiral 3D para maximizar el contacto del electrodo con el miocardio y minimizar los umbrales de captura de la estimulación en localizaciones no apicales. Los electrodos cuentan con la punta de electrodo más pequeña del sector y con una variedad de opciones de fijación que optimizan la estabilidad del electrodo, lo cual permite a los médicos acceder a vasos que no pueden alcanzar otros electrodos cuadripolares.
ARRITMIA VENTRICULAR GRAVE
Los desfibriladores automáticos implantables están indicados en aquellos pacientes que han padecido algún episodio de arritmia ventricular grave. También se establece una indicación para pacientes con infarto de miocardio o miocardiopatía dilatada y disfunción ventricular severa por conllevar un alto riesgo de presentar arritmias graves y muerte súbita.
De esta forma, cuando el dispositivo detecta una fibrilación ventricular (arritmia cardíaca muy grave, con una alta tasa de mortalidad si no se revierte a tiempo) descarga un choque directamente sobre el ventrículo derecho que se transmite a través del cable de desfibrilación que normalmente devuelve al corazón a su ritmo normal.
Por tanto, el DAI es un dispositivo que está vigilando de forma continua el ritmo cardíaco. Si éste se acelera por encima del límite marcado, reconoce que existe una taquicardia y de manera automática descarga la terapia.
Es este hecho de vigilar continuamente el ritmo cardíaco lo que hace valioso el DAI. La única forma de poder ser eficaz ante situaciones inesperadas es estar alerta 24 horas al día, 365 días al año.
Este dispositivo cardíaco se implanta con anestesia local debajo de la piel, en la zona pectoral, introduciendo uno o varios cables que contactan con el corazón a través de la vena subclavia. No requiere cirugía a corazón abierto y la mayoría de los pacientes pueden irse a casa en 24 horas y volver gradualmente a sus actividades cotidianas.
MUERTE SÚBITA
Dentro de las enfermedades cardiovasculares, la muerte súbita es una de las de mayor impacto. La causa de ésta es la aparición de arritmias ventriculares malignas. Se produce con mayor frecuencia en pacientes con cardiopatía isquémica y/o con disfunción ventricular izquierda severa.
En estos pacientes con mayor riesgo de tener muerte súbita se implanta el dispositivo (DAI) que incide en una disminución de la mortalidad.