La noche en la Luna dura alrededor de 14 días, un periodo en el que se alcanzan temperaturas de hasta -150 ºC. Esto complica el funcionamiento de las naves en la superficie lunar y posibles soluciones son llevar pesadas baterías desde la Tierra o usar energía nuclear, como lo hace el robot chino Yutu.
Un equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña y otros centros internacionales propone un sistema de espejos, suelo lunar procesado y motor térmico para suministrar energía a vehículos y tripulaciones durante la noche lunar, según recoge SINC.
Concretamente plantean dos propuestas para almacenar energía en la Luna durante el día y usarla por la noche. Los detalles se publican en la revista Acta Astronautica, en un artículo en el que participa el anterior administrador de la NASA, Michael Griffin.
Sistemas de espejos
“El primer sistema consiste en modificar un trozo de regolito o suelo marciano, incorporando elementos como el aluminio -por ejemplo-, de tal forma que se convierta en un masa térmica”, ha explicado el físico de la Universidad Politécnica de Cataluña y coautor del estudio, Ricard González Cinca.
“Cuando luce el Sol un sistema de espejos refleja sus rayos y calienta esta masa térmica, que luego puede transmitir el calor durante la noche a los rovers u otros dispositivos situados encima, para que se puedan utilizar”, ha apuntado.
El segundo sistema es parecido, pero incorpora un sistema de espejos más sofisticado y un motor térmico. Los espejos son reflectores Fresnel, como los de algunas plantas de energía solar en la Tierra, que concentran los rayos solares sobre un tubo con un líquido.
El calor convierte el líquido en gas, que a su vez, calienta la masa térmica. Después, durante el largo periodo nocturno, el calor se transfiere a un motor Stirling para producir electricidad.
“Este sistema es más adecuado que el anterior en proyectos lunares con mayores necesidades energéticas, como sería una misión tripulada que pasara una noche en la Luna”, destaca González Cinca.
A partir de 2020 las grandes agencias espaciales, como la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la de China, planean sus primeras misiones tripuladas a nuestro satélite. Otros países, como India y Japón, también han manifestado su interés en enviar las suyas a partir de esa fecha.