•  Arantxa Fernández García
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Cámara de ensayos cíclicos de corrosión con carcasa de plástico reforzada con fibra de vidrio resistente a la corrosión y con sistema de control para ensayos bajo condiciones reproducibles.

La pulverización de la niebla salina se realiza mediante una torre de pulverización situada en uno de los lados del equipo, sometiendo así a las muestras a un contínuo ataque nebulizado de partículas salinas. Los parámetros de ensayo se definen en el controlador seleccionando la temperatura del interior de la cámara y pulverización.

Cuenta con una cavidad de 500 litros para albergar las muestras a ensayar y trabaja en un rango de temperatura desde ambiente a 50 °C.

El caudal de aire es de aproximadamente 1,5 Nm³/h en niebla salina y 4 Nm³/h en ensayo climático, con una sedimentación en salmuera de 2 ml/80cm²h

Tubo de rebose en el suelo de la cámara para realizar ensayos de condensación según DIN 50017.

Los ensayos de niebla salina es una técnica importante dentro de las pruebas de corrosión a fin de evitar daños futuros sobre materiales con contenido metal, material sintético o pinturas. Simulan la influencia de una atmósfera totalmente corrosiva sobre cualquier tipo de material sometido a un ambiente salino continuo.

Los ensayos más importantes se refieren a corrosión por niebla salina o acética, test de condensación de agua, ensayo con clima natural estándar y test mediante gas corrosivo.

Las piezas se someten a un ensayo de niebla definido, pulverizando una disolución de salmuera con aire comprimido (según DIN 50021 SS, ASTM B 117) o con disolución ácida (según DIN 50021 CASS, ASTM B 368).