Este modelo de ordenador integrará información en un sistema que imitará la física, mecánica y bioquímica de un cuerpo humano, con el objetivo de realizar un seguimiento virtual de cada paciente y poder elegir el tratamiento más idóneo y prever sus resultados. Otro de sus beneficios, será la paulatina reducción del uso de animales para ensayos clínicos. Su desarrollo cuenta con una financiación de 72 millones de euros de la Comisión Europea.

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