El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, NEIKER-Tecnalia, entidad pública de la Viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, ha estudiado cómo la microalga Chlamydomonas acidophila tiene la capacidad de absorber el Nitrógeno Amonical presente en efluentes producidos en la digestión de residuos orgánicos que provienen del sector agroalimentario. Esta alga puede evitar que este gas se volatilice en forma de amoníaco (NH₃) y contamine la atmósfera y la biomasa e microalgas que se obtiene en el procedimiento puede servir como materia prima para la producción de biogás, utilizarse como compost, fertilizante o alimento animal. Además, puede ser fuente de luteína, antioxidante muy utilizado como aditivo en alimentos.

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